El aguacate es una fruta excelente para la salud, muy apreciado por su sabor y también por sus propiedades nutricionales. Pero además, estimula la formación de colágeno y ayuda a combatir el envejecimiento.
El aguacate tiene sus orígenes en América, aunque es una fruta que actualmente se cultiva en los cinco continentes. Es un producto muy versátil, de textura untosa y con un sabor que permite emplearlo tanto en recetas dulces, saladas o picantes.
Esta delicia de la cocina posee propiedades muy beneficiosas para la salud, ya que ayuda a disminuir los índices de colesterol y triglicéridos, previene la arteriosclerosis, activa la circulación, mejora el funcionamiento del sistema nervioso y tiene propiedades antioxidantes.
La pulpa del aguacate contiene proteínas de fácil digestión, ácidos grasos esenciales, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales, como hierro, fósforo y magnesio. Concretamente, es rica en vitamina E, con lo que su consumo beneficia la prevención de enfermedades cardiovasculares y retrasa el proceso de envejecimiento.
Alto valor nutritivo
Uno de los inconvenientes que se ha achacado siempre al aguacate es que aporta más calorías que otras frutas. Sin embargo, es justo decir que la mayor parte de sus grasas son monoinsaturadas, o lo que es lo mismo, que contribuyen al buen funcionamiento del organismo porque combaten el colesterol.
Algunos estudios científicos aseguran que la pulpa del aguacate tiene un alto valor nutritivo, semejante al de una porción de carne. Por esta razón, también suele recomendarse en las dietas como sustituto de las proteínas que aportan los productos cárnicos.
Por otra parte, contiene una alta proporción de fibra, que ayuda a eliminar las toxinas del organismo, y un efecto saciante, que contribuye a eliminar el hambre. Además, su alto contenido en agua y electrolitos, como potasio y magnesio, hacen que su consumo esté indicado para aquellas personas que practican deporte o realizan actividades físicas intensas, así como para los enfermos de diabetes ya que es un equilibrante del azúcar en la sangre.
Se trata de una fruta que favorece la formación de glóbulos rojos, cuenta con propiedades sedantes, ayuda a eliminar los gases y a combatir los problemas renales. Por otro lado, su cáscara se emplea como laxante. Con ella se prepara una infusión que se toma, parte en ayunas y otra parte antes de acostarse, durante varios días.
Asimismo, el aguacate es la fruta que aporta mayores niveles de luteína, un pigmento de la familia de los carotenoides que protege la vista de los efectos dañinos del sol y previene la pérdida visual que suele producirse con el paso del tiempo, por lo que protege de enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular. La luteína también posee propiedades antioxidantes, que previenen contra el envejecimiento prematuro.
Tratamientos para piel y cabello
Hace tiempo que el mundo de la cosmética comenzó a emplear el aguacate como ingrediente en determinados tratamientos para la piel y el cabello. Cuenta con la propiedad de estimular la formación de colágeno, lo que ayuda a la epidermis a combatir el envejecimiento. Está especialmente recomendado para las personas de piel seca y para aquellas que padezcan problemas cutáneos como granos, dermatitis o eczemas.
En la industria farmacéutica y cosmética, el aceite de aguacate se emplea por sus propiedades suavizantes, como tratamiento tanto en el rostro y cuello como en los brazos, rodillas, codos y pies. Se aplica vertiendo unas gotas en la zona afectada y dando un suave masaje. No obstante, un remedio sencillo para las pieles cansadas consiste en preparar una mascarilla con puré de aguacate mezclado con una cucharada de miel y aplicarla sobre el rostro antes de dormir. Se deja actuar unos minutos y luego se retira.
El aguacate es un ingrediente que se encuentra con frecuencia en productos para la belleza del cabello, porque ayuda a devolverle brillo y salud. Pero en tu casa puedes preparar una sencilla mascarilla que ayude a devolverle su vitalidad. Tan sólo tienes que batir medio aguacate, una yema de huevo y una cucharada de aceite de oliva. Una vez que los ingredientes estén bien mezclados, aplicas la mascarilla en el cabello, la dejas actuar una media hora y luego te lavas la cabeza del modo habitual.
